Tips para tener casi 30, vivir en Latinoamérica, no querer hijos y sobrevivir en el intento.
- Elizabeth Ch. A.

- 16 mar 2022
- 3 Min. de lectura
Estoy a dos escalones de cumplir los treinta y vivo con mi pareja hace dos años, es notorio que nos entendemos bastante bien y que nuestra relación es estable. Por lo que se hace inevitable que tanto mis padres como los suyos comiencen a hacer insinuaciones sobre la descendencia, por supuesto, amigos y otros familiares se unen a lo que parece casi un clamor.
Lo cierto, es que por mucho que una argumente que no es el momento o que tenemos otras prioridades, ellos se hacen los oídos sordos e insisten con “razones” que logran hacer mella en mí, lo que provoca que me encuentre divagando en la posibilidad de hijos mientras me cepillo y pienso que han logrado implantar en mi mente sus ideas.
Así que, como sé que estoy lejos de ser la única que sufre en silencio estos cuestionamientos, he puesto en práctica y hoy les compartiré una serie de ejercicios o consejos básicos que nos ayudarán a mantenernos blindadas de comentarios excesivamente invasivos, porque no debemos olvidar jamás que lo más importante de ser mamá es querer serlo.
1. Entender la realidad del otro.
Me gusta sentir que practico la empatía en todas las áreas de mi vida, así que, un punto importante para evitar que ciertos comentarios acerca de la familia, la maternidad y la edad me afectaran fue entender la realidad del otro.
Ponerme en los zapatos del otro, como si fuera el otro, intentar imaginar e interpretar que es quizá para ellos una experiencia tan gratificante que intentan transmitirla.
Nuestros padres, entienden el significado y la importancia de una familia, eso es justo lo que quieren darnos al incentivarnos a procrear. Cuando interiorizamos eso, nos sentimos menos atacadas y más amadas con sus opiniones.
2. Haz de ti un lugar seguro.
Tienes que sentirte segura de tus decisiones y prioridades, si te descubres cuestionándote cada vez que alguien hace un comentario sobre tu maternidad es porque no te has creído a ti misma.
Confía en ti, confía en tu instinto y en lo que quieres, ninguna opinión será más fuerte que eso.
3. Aprende a enfocarte en el presente
¡Ya lo sé! es una frase que leemos en todos lados, pero cómo le enseño a mi mente a no viajar entre recuerdos o saltar entre imágenes y sueños futuros. Pues hoy te voy a regalar un ejercicio que, aunque sencillo, si lo haces un hábito, pronto estarás situada en el presente sin problemas.
Cuando realices las actividades más cotidianas

de tu día, como bañarte, cepillarte o comer, céntrate en lo que haces, si quieres, puedes ir narrando el momento en tu mente, los movimientos, eso te ayudará a que tus pensamientos no divaguen.
Esto te permitirá ser consciente que, este instante que estamos viviendo es lo único que tenemos, ya tendrá tiempo el futuro de ser presente y ser vivido.
4. Ya deja de comparar
Estamos acostumbradas a comparar nuestra vida y situaciones con otras que, a veces, distan mucho de nuestra realidad, ninguna mujer es igual a otra, nos motivan y condicionan diferentes, pasiones y deseos.
Créeme que, cuando estés lista para ser mamá, lo vas a saber y será una de las mejores decisiones de tu vida. Pero no es tu destino, no es tu deber, ni tu misión.
De momento, disfruta tus etapas, libérate de la presión, concéntrate en el ahora y verás como las condiciones y las ganas solo fluyen, porque si a algo estás predispuesta es a ser libre, chica.






Comentarios